Durante la estancia de Cézanne en París a lo largo de 1890 -en compañía de su esposa Hortense y de su hijo Paul- el maestro de Aix contrató los servicios de un modelo profesional italiano llamado Michelangelo di Rosa. El joven posó en variadas posturas surgiendo así cuatro lienzos en los que el muchacho con el chaleco rojo es el protagonista. No sería muy habitual en Cézanne emplear modelos profesionales para sus retratos, remontándose a los estudios de la Academia Suisse para encontrar trabajos de estas características.
El más famoso es el que se le presenta sentado y acodado en una mesa pero esta imagen que observamos no se queda a la zaga. El joven aparece de frente al espectador, apoyando su brazo en la cintura con lo que acentúa la deformidad que caracteriza al cuerpo.
El rojo se convierte en el centro de atención para el espectador, jugando el pintor con una amplia sinfonía de colores que van desde el amarillo hasta el azul pasando por el blanco, el verde o el crema. Y es que gracias al color, el maestro de Aix recuperará la forma y el volumen que buena parte de las obras de sus colegas impresionistas -especialmente Monet- estaban perdiendo.
2 comentarios:
Natalia guapa :) Pues la verdad que de tu tema El Impresionismo sabemos más bien poquito y cada semana nos enseñas algo nuevo. Pero esta entrada esta bastante completa y nos ha gustado,no sabíamos nada sobre este pintor y menos sobre el protagonista de ellos. Sigue así y un besito :)
Es muy interesante Cezanne. Enhorabuena Natalia.
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